El Dakar en bici

Explicando nuestro itinerario a las personas, nos decían » Aaah, están haciendo el Dakar de bici, están totalmente locos». Lo ignorábamos a este momento, pero estábamos bien en el itinerario del Dakar.

Este viaje en Bolivia empieza en baja altura. Dejamos el Pantanal para dirigirnos hacia la ciudad de Santa Cruz la Sierra. Esta región es bastante particular por la razón que se encuentran varias comunidades menonitas. Los menonitas son descendientes de familias alemanes. Las cuales migraron ya desde hace muchas generaciones en latina américa.  Estos han decidido conservar un estilo de vida muy ancestral, un poco similar al estilo de los mormones en Estados Unidos. Se desplazan principalmente con caballos y no tienen ninguna electricidad en sus casas. Los menonitas son bastante extraños y pocos abiertos para conversar. Solo se quedan entre ellos. las mujeres tienen muchas apariencias físicas similares y tienen igualmente unos signos de mongolismo por el hecho que los actos consanguíneos son aun practicados en unas comunidades.

En la ruta de los menonos, como les llaman en Bolivia. Encontramos a Baltazar.  Dueño de un restaurante en Agua calientes ( rio con aguas termales ). Pasamos un agradable momento. Antes de irnos, Baltazar nos invita a quedar en su oficina en pleno centro de Santa Cruz una vez que estemos por allá. 10 días fantásticos pasados con él, su esposa y su hija, Flavia.

Luego, decidimos dirigirnos hacia Vallegrande para celebrar los 49 años de la muerte del legendario, Che Guevara. En la ruta tenemos la sorpresa de estar alojado por una ex miss Bolivia y su madre, las dos muy hermosas y simpáticas. una vez en Vallegrande, el cumpleaños no tiene nada de espectacular. Discursos políticos del presidente Evo Morales y de sus apóstoles, inauguración del nuevo museo y grupos musicales nocturnos al programa por el cumpleaños.

Después de esta ceremonia, volvemos en las rutas de alta montaña. En Bolivia, los colores políticos están siempre mostradas que sea en la orilla de la carretera, en los árboles, en las rocas, y mismo en las fachadas de algunas casas. El gran debate es: SI o NO  a la reelección de Evo Morales. El color rojo apoya el NO a la reelección, en cuanto al verde es el contrario. Al Poder desde 2006, es actualmente en su tercer mandato hasta 2019. Después haber modificado la constitución, podrá representarse en 2019 para intentar de permanecer a la presidencia hasta 2025 o puede ser más… Constatamos que los opiniones en cuanto a su reelección varían según los municipios y las regiones.

En cuanto a las rutas de alta montaña, las regiones cruzadas son increíbles tanto al nivel visual como cultural. Sin embargo, este itinerario entre Vallegrande y Monteagudo fue una pesadilla.  Conocimos la enfermedad, el hambre, calores extremos y más que todo subidas interminables en caminos muy degradados. Llamamos esta ruta : las montañas rusas. Varias veces, pasamos los 3000 metros de altura para bajar luego a los alrededores de 1200 metros.

Después de este recogido andino, llegamos en Tarija, a donde la ONG NATIVA nos recibe con los brazos abiertos. Además de dejarnos una cabaña lujosa para descansar, coordinamos juntos un reportaje en cuanto al estado del río Pilcomayo. Este recurso natural es fundamental por la subsitencia de las comunidades indígenas del Chaco boliviano. Desafortunadamente, el río conoce sequías graves , poniendo en peligro el futuro de estas comunidades.

El reportaje terminado, volvemos en la ruta hacia Tupiza con el objetivo de entrar en el Sur de Lipez boliviano (grande extensión desértica situada entre 4000 y 5000 metros de altura). En la ruta de Tupiza, enfrentamos una cuesta de 40 km compuesta de tierra y arena. Un día muy cansador, durante el cual cumulamos 1800 metros de desnivel positivo para alcanzar los 4300 metros de altura.

Una vez llegado en Tupiza, tomamos informaciones en cuanto a la ruta siguiente. La conclusión es que si nos quedamos en Bolivia, tenemos que enfrentar nuevas montañas rusas complementadas con muchas calaminas frenando nuestra progresión. Entonces, decidimos entrar por Argentina y Chile, obligándonos a dar una vuelta extra de 200 kilómetros.


Salar chilien 

Es precisamente a este momento que el Dakar empezó.

Saliendo de San Pedro de Atacama en Chile, nos lanzamos por fin en el Sur de Lipez. Entramos en el parque nacional Eduardo Avaroa ( lado boliviano). La laguna blanca maravilla esta entrada por su color blanco opaco. A unos kilómetros, es la laguna verde que ilumina el pie del  volcán Licancabur. Este volcán, culminando a 5920 metros de altura es el emblema del Sur de Lipez. Una ascensión que nos hace soñar y que nos empuja a enfrentarle. Instalamos nuestra carpa en la base de la laguna verde, a 4400 metros de altura. Laurent no aguanta la altura y es víctima del famoso soroche. Su estado no se mejora por nada, así que decidimos posponer la ascensión al día siguiente.

Día D, a las 2 de la mañana, la alarma nos despierta. Comimos un plato de avena, nos vestimos con ropa gruesa y empezamos a caminar en una noche helada. Poco a poco el sol se levanta, recalentando nuestros cuerpos congelados. Un poco más abajo, vimos un otro grupo subiendo en nuestra dirección.  En los alrededores de las 10 horas, el viento se levanta, dando un espectáculo inmenso: el azul oscuro de la laguna se convierte rápidamente en un verde sublimo.

Al curso de la subida, el aire se hace faltar. Cada paso requiere un esfuerzo grande para luchar contra la altura. Sin fuerza y lleno de emoción, alcanzamos la cima del volcán. La emoción es rápidamente parada por el guía acompañando al grupo que vimos anteriormente. Este empieza a darnos un curso de moral explicándonos que está totalmente prohibido de subir sin guía por razón de peligro. Acaba su discurso por decirnos que va a llamar la guardia del parque para que detenga todas nuestras cosas. Nos apuramos de bajar, intentando hacernos discretos. Una vez abajo, cruzamos los 4×4 esperando a los turistas. Explicamos a los choferes nuestra altercación con el guía. Estos nos aconsejas de irnos sin que el guía descubra nuestro acampamiento. Aceleramos el paso y nos escondimos atrás de unas rocas. Misión cumplida, no nos ha visto.

Los días siguientes en el desierto fueron increíbles, pero difíciles :

Dejamos las aguas termales, el viento se levanta bruscamente., golpeándonos violentamente la cara y cortándonos la respiración. Es con estas condiciones que enfrentamos 26 kilómetros de subida para alcanzar nuestro récord de altura con bici: los 5000 metros

La laguna colorada nos ofrece un espectáculo suntuoso. Estas aguas, pareciendo salir de un otro mundo, albergan centenas de flamencos rosas a la búsqueda de algas.

Los 15 kilómetros siguiendo la laguna se resumen en empujar la bici en una arena gruesa. Nos resulta imposible pedalear por más de 200 metros. Al atardecer, instalamos nuestro campamento cerca del árbol de piedra, a donde conocimos por la primera vez, una helada a dentro de nuestra carpa.

Mismo en la mitad de nada, el humano está siempre presente para ayudarnos. Los chóferes bolivianos acompañados de turistas se mostraron de una generosidad y de una compasión extrema. Nos ofrecieron comida, bebidas y mismo una noche en una cama.

Despedimos el Sur de Lipez cruzando una pampa amplia rodeadas por varias montañas coloradas. Las calaminas están como siempre numerosas en estos caminos. Una vez la pampa cruzada, las lagunas Ramaditas, Honda y Hedionda nos ofrecen un último espectáculo de colores.Acampamos en la orilla de la última laguna de nuestra ruta, la laguna Canapa, a donde los gritos de los flamencos rosas mecen nuestro sueño.

En Uyuni, buscamos un lugar para descansar un día y para prepararnos a entrar en el más grande desierto de sal del mundo, el Salar de Uyuni. No es tan fácil encontrar un lugar gratis, un domingo, en una ciudad invadida por en turismo. En primer lugar, pensamos quedar en la estación de tren. Según los ciudadanos, queda abierta toda la noche. Antes de entrar, nos ofrecimos una buena cena en un restaurante local para recuperar fuerzas. Durante la cena, encontramos dos franceses, periodistas por el programa «Reportage» en el canal TF1 ( canal de televisión muy conocido en Francia). Atraídos por nuestras bicicletas, empezamos a conversar. Pasamos una excelente noche y terminamos por intercambiar nuestros contactos. La noche terminada, nos dirigimos hacia la estación de tren. La guardia nos pregunta si vamos a tomar el tren. Le confesamos que solo queremos dormir aquí una noche, pero nos contesta que está totalmente prohibido. Ya son las 11 de la noche y tenemos que encontrar un otro lugar. Después de haber sido a la parroquia, a la policía y mismo a la armada, a donde solo obtuvimos rechazos, decidimos salir de la ciudad para acampar. Pedaleando hacia la salida, encontramos un edificio grande con varios puestos de guardia totalmente vacíos. Uno de los puestos tiene una ventana rota. Tomamos la decisión de abrir la ventana y de entrar discretamente.  Misión lograda, estamos ahorra a dentro. Extendimos nuestros colchones al suelo y pasamos una noche agradable. A las 7 de la mañana, vemos la cara de un hombre pegada a la ventana. La golpea y nos grita :¿ Quien les ha dado la permisión de dormir aquí ?. Julien contesta : «la ventana estaba abierta, así que entramos «. el hombre replica » llamo a la policía». Viendo la vivacidad de la policía el día anterior, sabemos que tenemos unos minutos para empaquetar todo y irnos. 5 minutos después, estamos en nuestras bicis, andando por el centro y yendo a la municipalidad. Esta nos abre las puertas de su estadio de deporte.

Después de estas aventuras, entramos en el salar de Uyuni. Tenemos la sorpresa de ver una sal un poco castaña. Los vientos fuertes de esta temporada llevaron una gran cantidad de tierra.  Sin embargo, la amplitud del salar queda impresionante.

El primero tramo hacia la isla Incahuasi no es tan emocionante. Se trata de una larga ruta negra, creada por los vapores de gasolina de los numerosos 4×4 llevando a los turistas en el salar. Una vez en la isla, entramos a fuera de la entrada turística, permitiéndonos estar solos en la mitad de estos cactus monstruosos superando a veces los 5 metros de altura.

El salar es sin ninguna duda un lugar único en el mundo. Aunque este lugar es muy hostil, la vida ha logrado a adaptare. Pájaros, insectos, vizcachas cruzan a menudo nuestra mirada. Desafortunadamente, el futuro del salar es incierto. Guardando la más importante fuente de litio en el mundo, atrae a los empresarios.  Esperamos que el espíritu de conservación ganara el de explotación.

El salar de Uyuni cruzado, planeamos ahorra de cruzar el Salar de Coipasa. Después de varios esfuerzos en la arena, llegamos por fin al Edén blanco. Este salar es de una esplendor incomparable. Una sensación de amplitud nos atraviesa el cuerpo. El sal es tan duro que podemos pedalear a donde queremos. Las extensiones sin horizonte te dan el sentimiento de pedalear en un mar de sal.

Es con muchos recuerdos en la cabeza que volvemos felices en el asfalto. Una ruta hacia la Paz que nos muestra las consecuencias dramáticas del cambio climático. Algunas regiones no han visto la lluvia desde hace 8 meses. La consecuencia es que no hay más agua y que camiones tienen que traerla. Los animales, principalmente las llamas y las ovejas mueren deshidratadas. Una pérdida económica importante para las poblaciones andinas. Los andes son particularmente sensibles al cambio climático. localizadas cerca de la línea del ecuador, los cambios de temperatura son más fuertes. De esta manera, las nieves eternas de unas montañas se han vuelto en nieves temporales. La falta de lluvia así como el derretimiento de los glaciares son los factores que reducen el agua potable en Bolivia y en los otros países andinos.

En la ruta, en el pueblo de Huachacalla, tenemos la única oportunidad de participar en una ceremonia destinada a hacer volver la lluvia en el pueblo. A las 5 de la mañana, las autoridades del pueblo se reúnen en frente de las puertas de la iglesia.

La ceremonia empieza con la citación de los santos de la iglesia seguida por un trago de agua dulce al sabor de canela. Luego, es el momento del sacrificio para llamar a la Pachamama ( madre tierra). Las autoridades, en cola, dispersan hojas de coca ( hoja sagrada usada desde la cultura Incas) en la oveja, lista para ser sacrificada. Un hombre agarra un cuchillo y mata el animal con cuidado. Otro hombre se encarga de recoger la sangre en unos platos. El sacrificio hecho, las miradas se van al cielo, esperando que la lluvia será abundante en los días a venir.

Actualmente, estamos en la ciudad de La Paz, a donde vamos a hacer dos reportajes: El primero concierne el impacto del cambio climático en los glaciares andinos. El segundo será hecho en los yungas y hablará de la importancia de la abejas.